Todos hemos tenido invitados en casa a quiénes después de una buena comida o durante una conversación les hemos ofrecido una taza de café.
Aunque normalmente la ingesta de café es bastante informal, existen ciertas normas que no debemos pasar por alto:
- El café se puede servir tanto en la mesa donde se ha comido como en otro lugar de la casa (cuarto de estar, la cocina, la sala).
- Nunca olvides preguntar a tus invitados cómo prefieren el café, dándoles distintas posibilidades: guayoyo, con leche, marrón, negrito. Asimismo, no olvides ofrecerles otras alternativas como té, manzanilla o chocolate caliente.
- Lo ideal es que el café se sirva en tazas de porcelana o barro, que son los materiales que mejor guardan el calor. Esto le asegurará a tus invitados que el café se mantendrá en su punto.
- Las tazas vendrán apoyadas en su plato correspondiente, cuidando que la cucharilla esté al lado del asa y ésta, cerca de la mano derecha del comensal.
- Es conveniente ofrecer unos dulces junto con el café. Algunos dulces que puedes servir son: galletas de vainilla, galletas de avena o minicupcakes de distintos sabores.
- Al momento de llevar el café y las infusiones éstas se colocan dentro de una bandeja, en ella no deben faltar: una jarra con el café recién hecho, leche caliente, leche fría, cucharillas, distintos tipos de azúcares y edulcorantes.
- El café se debe servir directamente en la mesa, es de mala costumbre levantar la taza para servirlo.